rocioabellalevita
El amor propio. La primer tarea.
El amor propio florece cuando logramos aceptarnos tal cual somos, con nuestras virtudes y nuestros defectos, con nuestras capacidades y nuestras limitaciones, con lo aprendido y con lo que resta aprender, comprendiendo que cada situación es una oportunidad de crecimiento.
En muchas ocasiones esperamos de forma pasiva el respeto y la valoración desde el afuera, cuando en principio, debemos ser nosotros mismos quienes nos valoremos y respetemos en primer lugar.
Inadecuadamente se suele confundir al egoísmo, al narcisismo o a la soberbia con el amor propio.
Reconocerse, aceptarse y validarse son las bases para desarrollar una mirada desde el amor y la comprensión hacia uno mismo y es ahí donde aparecen las posibilidades de reparación, trabajo personal y cambio.
El escritor y poeta Oscar Wilde escribió: “amarse a uno mismo es el inicio de un romance que dura toda la vida”
Démonos ese permiso, en la lista de cosas pendientes que el amor propio sea la primera tarea.
